Anatomía de un garabato: Arquitecturas excavadas

"La excavación es una forma de construcción diferente que da lugar a espacios de una libertad total. Pensemos en modelar sin inconvenientes el volumen que deseamos para una estancia a partir de una masa resistente ..."

La relación entre la topología y la arquitectura es uno de los temas más importantes en la elaboración del proyecto arquitectónico. Cuando esta arquitectura surge de las entrañas de la tierra y se extiende por ella, se originan espacios, luces y sensaciones casi mágicas que sorprenden y transcienden la experiencia de habitar.

La tesis de Mario Algarín Comino, Arquitecturas excavadas llegó a mis manos cuando comenzaba a asomarme a este mundo de juegos de espacios y dibujos imposibles sobre el papel. En él descubrí que muchos de los conceptos modernos utilizados por Chillida en sus esculturas ya estaban presentes en obras de arquitectura tradicional en el medio oriente; que la historia de la arquitectura se enriquece con las conexiones transversales que se puedan sacar de ella y que el hombre disfruta componiendo espacios que le sean útiles en diálogo constante con el medio natural que habita.

En el libro se desentrañan las características que nos permiten comprender el lenguaje encerrado en estos edificios. Se da luz así a obras conocidas que pueden resultar herméticas e impropias de una construcción tectónica o aditiva. El recorrido que se nos propone comienza en el Panteón de Agripa en Roma, la Iglesia de San Baudelio en Soria, Sant'ivo alla Sapienza, el Cenotafio de Newton de Étienne-Louis Boullée, las obras de Bruno Taut, el Danteum de Giuseppe Terragni, Notre Dame du Haut de Le Corbusier, el Guggenheim de Nueva York de Frank Lloyd Wright, las Termas del Vals de Peter Zumthor y El Tindaya de Eduardo Chillida.

Todas las obras son los eslabones de una cadena que mantiene constantemente los conceptos de relación entre el hombre y el espacio, contraponiendo vacíos y llenos, presencia y ausencia de materia.